Los semáforos con flechas, señales especiales, se utilizan para dirigir el tráfico en direcciones específicas. Su función principal es definir claramente la prioridad de paso para los vehículos que giran a la izquierda, siguen recto y giran a la derecha.
Generalmente apuntando en la misma dirección que el carril, se componen de flechas rojas, amarillas y verdes. Cuando la flecha amarilla está encendida, los vehículos que ya han cruzado la línea de detención pueden continuar, mientras que los que no lo han hecho deben detenerse y esperar; cuando la flecha roja está encendida, los vehículos que circulan en esa dirección deben detenerse y no cruzar la línea; y cuando la flecha verde está encendida, los vehículos que circulan en esa dirección pueden continuar.
En comparación con los semáforos circulares, las luces de flecha previenen eficazmente los conflictos de tráfico en las intersecciones y ofrecen una indicación más precisa. Son un componente esencial de los sistemas de señalización vial urbana y se utilizan habitualmente para mejorar el orden y la seguridad del tráfico en carriles reversibles e intersecciones complejas.
Los semáforos con flechas, señales especiales, se utilizan para dirigir el tráfico en direcciones específicas. Su función principal es definir claramente la prioridad de paso para los vehículos que giran a la izquierda, siguen recto y giran a la derecha.
Generalmente apuntando en la misma dirección que el carril, se componen de flechas rojas, amarillas y verdes. Cuando la flecha amarilla está encendida, los vehículos que ya han cruzado la línea de detención pueden continuar, mientras que los que no lo han hecho deben detenerse y esperar; cuando la flecha roja está encendida, los vehículos que circulan en esa dirección deben detenerse y no cruzar la línea; y cuando la flecha verde está encendida, los vehículos que circulan en esa dirección pueden continuar.
En comparación con los semáforos circulares, las luces de flecha previenen eficazmente los conflictos de tráfico en las intersecciones y ofrecen una indicación más precisa. Son un componente esencial de los sistemas de señalización vial urbana y se utilizan habitualmente para mejorar el orden y la seguridad del tráfico en carriles reversibles e intersecciones complejas.
En las vías urbanas, se utiliza con frecuencia el semáforo de flecha de tamaño mediano (300 mm). Sus principales ventajas son la practicidad, la flexibilidad y la visibilidad, lo que lo hace adecuado para la mayoría de las intersecciones.
Incluso a plena luz del día, el tamaño moderado del panel luminoso de 300 mm y la adecuada ubicación del símbolo de flecha garantizan una fácil identificación. Para distancias de conducción normales en carreteras urbanas principales y secundarias, su brillo superficial es apropiado. Desde una distancia de 50 a 100 metros, los conductores pueden ver claramente el color de la luz y la dirección de la flecha, evitando así errores por símbolos pequeños. La iluminación nocturna garantiza una visibilidad equilibrada y una conducción cómoda, ya que es altamente penetrante sin deslumbrar a los vehículos que se aproximan.
Gracias a su peso moderado, este semáforo de flecha de 300 mm no requiere refuerzo adicional en el poste. Es económico y fácil de instalar, pudiendo montarse directamente en semáforos integrados, soportes en voladizo o postes de semáforo tradicionales. Es apto para vías principales de doble sentido con cuatro a seis carriles y también cumple con los requisitos de instalación en intersecciones estrechas, como entradas y salidas residenciales y vías secundarias. Elimina la necesidad de ajustar el tamaño del semáforo según las dimensiones de la intersección, ofreciendo gran versatilidad y simplificando la adquisición y el mantenimiento municipales.
Los semáforos de flecha de 300 mm suelen utilizar fuentes de luz LED, consumiendo solo entre un tercio y la mitad de la energía de los semáforos tradicionales, lo que reduce significativamente el consumo energético a largo plazo. En comparación con los semáforos más pequeños, tienen una vida útil mucho mayor, de cinco a ocho años, gracias a su diseño compacto y a una excelente disipación del calor. Además, sus accesorios altamente compatibles facilitan la sustitución de piezas dañadas, como la fuente de alimentación y el panel de luz, lo que se traduce en un ciclo de mantenimiento prolongado y bajos costes, reduciendo así los gastos operativos de la infraestructura de tráfico municipal.
Además, el símbolo de la flecha de señalización de 300 mm tiene un tamaño adecuado: no es demasiado grande como para ocupar demasiado espacio en el poste ni demasiado pequeño como para dificultar su visibilidad para peatones o vehículos no motorizados. Se trata de una solución asequible que satisface las necesidades tanto de vehículos motorizados como no motorizados. Se utiliza con frecuencia en diversas intersecciones urbanas, mejorando con éxito la seguridad y el orden del tráfico.
A: Con luz solar intensa, los conductores pueden identificar claramente el color de la luz y la dirección de la flecha desde 50 a 100 metros de distancia; de noche o con tiempo lluvioso, la distancia de visibilidad puede alcanzar los 80 a 120 metros, satisfaciendo las necesidades de predicción del tráfico en intersecciones regulares.
R: En condiciones normales de uso, su vida útil puede alcanzar entre 5 y 8 años. El cuerpo de la lámpara cuenta con una estructura compacta de disipación de calor y una baja tasa de fallos. Sus componentes son altamente intercambiables, y las piezas que se dañan con facilidad, como el panel de la lámpara y la fuente de alimentación, se pueden reemplazar sin necesidad de equipos especializados.
A: Equilibrio entre "claridad" y "versatilidad": Tiene un rango de visibilidad más amplio que 200 mm, adecuado para intersecciones de varios carriles; es más ligero y flexible en su instalación que 400 mm, y tiene un menor consumo de energía y costos de adquisición, lo que lo convierte en la especificación de tamaño mediano más rentable.
A: Es necesario cumplir con la normativa nacional estricta (GB 14887-2011). Las longitudes de onda del rojo son de 620 a 625 nm, las del verde de 505 a 510 nm y las del amarillo de 590 a 595 nm. Su brillo es ≥200 cd/m², lo que garantiza la visibilidad en diversas condiciones de iluminación.
R: La personalización es factible. Entre los estilos compatibles con los productos más comunes se encuentran las flechas simples (izquierda/recto/derecha), las flechas dobles (por ejemplo, giro a la izquierda + seguir recto) y las combinaciones de flechas triples, que pueden adaptarse de forma flexible según las funciones de los carriles de la intersección.
